Tengo la suerte de no enfermar casi nunca, pero de vez en cuando, sobre todo en los cambios de estación tengo pequeñas molestias de garganta (mi punto débil como buena Tauro) que se suelen ir solas. Como llevo varios días con molestias y mi garganta no ha mejorado he decidido ir al medico.
Como todos los vecinos de Miribilla, tenemos al peculiar (por decirlo de alguna manera) doctor Hernández como medico de cabecera Es la segunda vez que voy a su consulta desde que vivo aquí, la primera fue para un simple volante, pero ya me pareció raro, raro...
Esta vez, me ha parecido más raro todavía, y cuando he salido me he dado la impresión de que su visita me ha servido principalmente para escribir este post, por lo curiosa que ha sido.
Para empezar, sale el anterior paciente, ¼ de hora tarde. Supongo que le habrá dado una pedazo chapa de morirse para haber estado tanto tiempo con él... A lo que íbamos, que en vez de salir de la consulta para llamarme, me llama a gritos desde su mesa. Yo entro, y sigue diciendo a gritos mis apellidos. Bueno, pensé, “querrá cerciorarse de que soy yo la paciente”.
No sé si le habéis visto alguna vez, pero su pinta es tan peculiar como su forma de ser. Para mi tiene un look a lo Miguel de la Cuadra Salcedo, y encima se deja de tonterías y ni bata de medico ni leches, con ropa de calle, que esta uno más guapo.
Me siento en la silla y me pregunta a ver que me pasa. Y yo le digo que llevo varios días con molestias en la garganta. Aquí viene la sorprendente conversación que os transcribo al detalle y sin exagerar
Dr. Hernández: ¿Estas embarazada? (¿Será que el dolor de garganta es síntoma de embarazo?)
Yo: No
Dr. Hernández: ¿Seguro?
Yo: Pues claro que estoy segura, que esté algo gordita no significa que este embarazada! (Vamos a dejárselo claro por si van por ahí los tiros)
Dr. Hernández: Pero ¿estas buscando un embarazo? (Pero que manía con los embarazos!!!)
Yo: Que no!
Dr. Hernández: ¿Pero tienes hijos? (¿Será que los hijos dan dolor de garganta??)
Yo: Si, si tengo
Se levanta coge un palito y se pone a mirarme la garganta. Y sigue con sus preguntas raras:
Dr. Hernández: 1 o 2?
Yo: 1 o 2 que?
Dr. Hernández: Que si tienes 1 o 2 hijos? (¡Ni la policía interrogando!)
Yo: Uno
Dr. Hernández: ¿Pero no piensas tener mas? (¿A ver si va a ser del Opus Dei?)
Yo: De momento no
Dr. Hernández: No tienes amígdalas
Yo: Ya... (eso lo sabe hasta mi abuela sí se asoma)
Nos sentamos otra vez en la mesa, y se pone a hacerme una receta
Dr. Hernández: ¿Y no te pondrás a tener hijos ahora no? (Será que aun no se lo he dejado suficientemente claro?)
Yo: Ya te he dicho que no
Dr. Hernández: Pero seguro, ¿no? (Aquí ya no sabia si reír o llorar y opte por lo primero)
Yo: Te aseguro que ni estoy embarazada ni estoy intentando tener hijos ( A ver sí de una vez le queda claro)
Dr. Hernández: Bueno, entonces te receto este antibiótico, pero no te pongas a tener hijos ahora, que hay gente que no lo sabe y aunque no este embarazada se pone a intentar concebir tomando antibióticos.
La verdad es que ese no será mi caso, si alguna vez quiero volver a intentar concebir seguro que me acordare que no puedo tomar antibióticos mientras tanto. (Como para olvidarlo). Podría haberme hecho una advertencia al final de la consulta, que yo que no soy tonta y me habría quedado con la copla. Pero él tuvo que insistir y asegurarse que a mí me quedaba clarísimo.
Se nota que el tío es muy inteligente porque antes de ver mi garganta, ya sabia que yo necesitaba antibiótico! Estaría bien que se dedicase a jornada completa a sus investigaciones científicas, esas de las que suele presumir, que nosotros con un médico mas corriente y normalito (sobre todo normal) nos conformamos.
Un saludo
Amatxu de Miribilla
Como todos los vecinos de Miribilla, tenemos al peculiar (por decirlo de alguna manera) doctor Hernández como medico de cabecera Es la segunda vez que voy a su consulta desde que vivo aquí, la primera fue para un simple volante, pero ya me pareció raro, raro...
Esta vez, me ha parecido más raro todavía, y cuando he salido me he dado la impresión de que su visita me ha servido principalmente para escribir este post, por lo curiosa que ha sido.
Para empezar, sale el anterior paciente, ¼ de hora tarde. Supongo que le habrá dado una pedazo chapa de morirse para haber estado tanto tiempo con él... A lo que íbamos, que en vez de salir de la consulta para llamarme, me llama a gritos desde su mesa. Yo entro, y sigue diciendo a gritos mis apellidos. Bueno, pensé, “querrá cerciorarse de que soy yo la paciente”.
No sé si le habéis visto alguna vez, pero su pinta es tan peculiar como su forma de ser. Para mi tiene un look a lo Miguel de la Cuadra Salcedo, y encima se deja de tonterías y ni bata de medico ni leches, con ropa de calle, que esta uno más guapo.
Me siento en la silla y me pregunta a ver que me pasa. Y yo le digo que llevo varios días con molestias en la garganta. Aquí viene la sorprendente conversación que os transcribo al detalle y sin exagerar
Dr. Hernández: ¿Estas embarazada? (¿Será que el dolor de garganta es síntoma de embarazo?)
Yo: No
Dr. Hernández: ¿Seguro?
Yo: Pues claro que estoy segura, que esté algo gordita no significa que este embarazada! (Vamos a dejárselo claro por si van por ahí los tiros)
Dr. Hernández: Pero ¿estas buscando un embarazo? (Pero que manía con los embarazos!!!)
Yo: Que no!
Dr. Hernández: ¿Pero tienes hijos? (¿Será que los hijos dan dolor de garganta??)
Yo: Si, si tengo
Se levanta coge un palito y se pone a mirarme la garganta. Y sigue con sus preguntas raras:
Dr. Hernández: 1 o 2?
Yo: 1 o 2 que?
Dr. Hernández: Que si tienes 1 o 2 hijos? (¡Ni la policía interrogando!)
Yo: Uno
Dr. Hernández: ¿Pero no piensas tener mas? (¿A ver si va a ser del Opus Dei?)
Yo: De momento no
Dr. Hernández: No tienes amígdalas
Yo: Ya... (eso lo sabe hasta mi abuela sí se asoma)
Nos sentamos otra vez en la mesa, y se pone a hacerme una receta
Dr. Hernández: ¿Y no te pondrás a tener hijos ahora no? (Será que aun no se lo he dejado suficientemente claro?)
Yo: Ya te he dicho que no
Dr. Hernández: Pero seguro, ¿no? (Aquí ya no sabia si reír o llorar y opte por lo primero)
Yo: Te aseguro que ni estoy embarazada ni estoy intentando tener hijos ( A ver sí de una vez le queda claro)
Dr. Hernández: Bueno, entonces te receto este antibiótico, pero no te pongas a tener hijos ahora, que hay gente que no lo sabe y aunque no este embarazada se pone a intentar concebir tomando antibióticos.
La verdad es que ese no será mi caso, si alguna vez quiero volver a intentar concebir seguro que me acordare que no puedo tomar antibióticos mientras tanto. (Como para olvidarlo). Podría haberme hecho una advertencia al final de la consulta, que yo que no soy tonta y me habría quedado con la copla. Pero él tuvo que insistir y asegurarse que a mí me quedaba clarísimo.
Se nota que el tío es muy inteligente porque antes de ver mi garganta, ya sabia que yo necesitaba antibiótico! Estaría bien que se dedicase a jornada completa a sus investigaciones científicas, esas de las que suele presumir, que nosotros con un médico mas corriente y normalito (sobre todo normal) nos conformamos.
Un saludo
Amatxu de Miribilla
2 comentarios:
A ver, me ha encantado la anesdota, pero que sepa Ud que esta leyendo al Dr. Hernandez y no le ha hecho ni pizca de gracia que lo vaya contando por ahi como si fuera algo gracioso o anecdotico, ya que solo trataba de sonsacarle lo que Ud ya sabe, que desea tener otro churumbelito en breve, que le haga volver a tener esos dolores de cabeza y esa falta de sueño que tanto anhela. Asi que no sea Ud cinica y a procrear como una loca que es para lo unico que sirven las hembras de hoy en dia....
Sin comentarios...
Publicar un comentario