Atrás quedo ya el verano, que me ha servido para cargar las pilas como nunca, después de 5 merecidas semanas de vacaciones, en las que he descansado y también he ejercido de madre a tiempo completo, cosa que tanto las niñas como yo hemos disfrutado mucho.La nueva temporada se presenta muy bien en todos los aspectos. Laboralmente, sigo toreando la crisis de la mejor forma posible. Dentro de poco se cumplen 3 años, desde que me hice empresaria, y puedo decir con orgullo que pese a que empecé en la peor época, he sabido sacar la empresa delante de la mejor manera posible. Lo mejor de todo es que al fin me libre de uno de mis mayores lastres, y el nuevo curso lo afrontare con diversos cambios.
En mi vida personal, las niñas crecen rápido pero sanas y felices. Pese a empezar ambas el nuevo curso escolar con pocas ganas, en solo un par de días se han aclimatado a la perfección, y ahora se las ve muy contentas, tanto cuando entran como cuando salen de la ikas.
El verano ha traído cambios en ellas, propios de su edad. A Naia se le han caído dos dientes, y enseña los nuevos a todo el mundo con mucho orgullo. Que grande se me esta haciendo!!! . La verdad que no me imaginaba que eso ocurriera tan pronto, pero no es de extrañar con su edad. La pequeñita, ya habla como una cotorra, ahora si que manda más que nadie en casa, menuda es la niña!! Pero sigue siendo muy cariñosa (al menos conmigo), y cuando estoy con ella no me deja ni a sol ni a sombra.
Además hemos tenido la suerte de que las dos empiecen este año natación (suerte porque ha sido como una lotería entrar), en el nuevo polideportivo. Como ambas están muy a gusto en el agua, y no le tienen ningún miedo (mas bien lo contrario) es una manera de potenciar el ejercicio desde pequeñas.
Académicamente sigo con el euskera. Como dice mi profesora, “pizkanaka pizkanaka”, ya voy en 7º curso y no he perdido las ganas con las que empecé, pese a ser algo bastante lento, y que lleva tiempo. Además este año he retomado el hacer ejercicio físico, cosa que me hace falta y que deje de hacer cuando nació Naia. Aprovechando el polideportivo nuevo me he propuesto ir 2 horas a la semana, y aunque por desgracia siempre he sido vaga para el deporte, esta vez me apetece un montón empezar (espero que las ganas no se me vayan a la primera de cambio)
No solo eso, me esperan muchas cosas buenas este curso, un viajecito con mi marido, que nos ha venido caído del cielo (y nunca mejor dicho), un puente a Berlín con mis amigas, un fin de semana a Dusseldorf con mis hermanos, conocer personalmente a mi amiga peruana, con la que tengo contacto desde los 14 años, que vendrá en Semana Santa… La verdad que el nuevo curso promete ;-)
