viernes, octubre 31

Si no quieres ponerte enferm@...

El otro día nos reíamos mi hermana y yo, porque había estado en Madrid de fin de semana y me contó que en un bar de monólogos, el cómico habia comentado, que no había nada mejor para tener buena salud que hacerte autónomo. Me pareció buenísimo el chiste, además que acertado. En mi caso, es imposible ponerme enferma y aunque me ponga (como así ha sido), ahí tengo que estar al pie del cañón y hacer como si nada pasa.

No es el caso del resto de mi familia, que andan con sus más y sus menos. La chiquitina que es más buena que el pan, está muy guerrera, no se si no estará a punto de que le salgan los dientes, y me da unas noches horrorosas. Mi marido el peor, convaleciente en la cama por una chapuza (operación que no debía haber sido tal) que le han hecho en la mutua. Y con un humor de perros, como todos los hombres (lo de que son malos enfermos no es solo un tópico).

Y Naia, que se le van juntando unas enfermedades con otras, por suerte ya parece que está bien, aunque vuelve a andar muy mimosa y hay que estar muy pendiente de ella.
Y yo, haría otro chiste, que si no quieres ponerte enferma hazte madre, que para el caso es lo mismo que ser autónomo. Siempre tirando del carro, como siempre ha sido, y como es en el 90% de las familias. Que me río yo de la custodia compartida que piden algunos. Otro día, si queréis lo hablamos del tema con mas calma.

jueves, octubre 9

"MI HERMANA"

La historia de Naia con su hermana pequeña ha ido experimentando fases, aunque siempre se ha notado el gran amor que siente por ella.

Cuando nació, todo era euforia, estaba realmente feliz con su nueva hermana, y no quería mas que verla y que se la pusiéramos encima como si la cogiera de verdad, darle besos y demás mimos. Se la veía realmente contenta para sorpresa de todos.

Pero esa euforia inicial se fue apagando, y la siguiente etapa, no llego a ser de celos pero si de “¡eh, que yo también existo!”. Se volvió muy mimosa, y muy sentida. Quería hacerse notar, y ser el centro de atención. Empezaron las rabietas diarias y a hacer cosas que antes no hacia, y que ya no eran propias de su edad, como hacerse pis varias veces al día, querer que la diésemos de comer a ella también y sobre todo, siempre terminaba pidiendo que la cogiésemos en brazos.

Varias veces me dijo lloriqueando que ella quería ser un bebé pequeño. Entonces yo le explicaba que era mucho mas divertido ser un bebe grande como ella, porque los bebes pequeños no pueden hacer las cosas que a ella mas le gustan como ver la tele, comer golosinas, leer cuentos, pintar y jugar. Con esa explicación se quedaba más tranquila. Así que desde entonces, muchas veces la cojo como si fuera un bebe y la achucho un rato, diciendo lo contenta que estoy de tener 2 bebes tan buenos y tan bonitos uno grande y otro pequeño. Y ella se deja achuchar, encantada de ser mi otro bebé.

Ahora Naia ya sabe que tiene un sitio importante en la familia, ser la hermana mayor! Y así se comporta, cuidando a su hermana y dándole el chupete cuando se le cae, haciéndola reír y jugando con ella. Y lo que más gracia nos hace es que repite muy a menudo que no va a dejar que ningún otro niño la pegue, cuando ni siquiera se sabe defender ella misma. Naia está muy orgullosa de su hermana pequeña, y así se lo dice a todo el mundo “ES MI HERMANA” con un orgullo que de verdad es impropio para su edad.

Y yo veo esta estampa y no puedo mas que estar feliz por el regalo que hemos hecho a Naia. Como siempre he creído, no hay mejor herencia para un hijo que un hermano!