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Este puente, como el año pasado hemos hecho el viaje anual de “solo chicas” cuyo objetivo es, una vez al año visitar una ciudad europea interesante.
Esta vez a tocado Roma, y como el año anterior (esta vez aun más porque Naia se entera mas) iba con una mezcla de ilusión y angustia por dejar a Naia 3 días abandonada. Me he gastado una pasta en móvil porque la he echado mucho de menos (mas que el año pasado) y la llamaba a cada rato, pero el viaje ha merecido la pena. Y en el aeropuerto me recibió con los brazos abiertos, sin duda lo mejor del viaje (yo era la única que tenia ganas de volver). Esta vez tardare mas de un año en repetir escapada, de eso estoy segura.
Roma es una ciudad impresionante y única, a la que hay que ir al menos una vez en la vida. Pero no todo es tan bueno como parece. Aquí os dejo mi visión personal de lo mejor y lo peor de la ciudad
LO MEJOR
- Belleza en cada esquina. Pasaras por donde pasaras siempre había un edificio, una plaza, una estatua o una iglesia digna de verse. Roma es una ciudad llena de arte y belleza
- La fontana de Trevi, lo que más me gustó. Impresionante su belleza, puedes estar mirándola todo el tiempo del mundo sin aburrirte. Allí echamos la monedita de rigor, sabéis que no vale tirarla de cualquier forma y que hay una forma de hacerlo para que tu deseo se cumpla?
- El Coliseo y el Palatino. Te trasladaban literalmente a la época del imperio romano, simplemente grandiosos. Increíble ver su estado después de todo el paso del tiempo. Lo segundo que más me gusto.
- Las tiendas. Italia es la cuna de la moda, y se ve en sus calles llenas de tiendas de ropa y calzado. Imprescindible ver la Via Condotti junto a la plaza de España y sus alrededores, digo ver porque comprar es imposible para la mayoría ya que en ella están las mejores firmas internacionales. Vestido del escaparate de Dior 10.600 euros, casi nada!
- El hotel. Nos alojamos en el Ariston en la zona de la estación de Termini. No esta en el centro centro pero su ubicación es excelente, porque estábamos al lado de las dos líneas de metro, los autobuses de línea, autobuses turísticos, taxis y el tren del aeropuerto. El personal del hotel muy amable y el desayuno variado y abundante.
- La comida italiana. Habrá gente que le parezca repetitiva, pero sus pastas frescas son exquisitas, sin olvidarnos de las pizzas y los helados italianos que para los que son golosos como yo, son una delicia.
Y LO PEOR...
- Los robos. A una de las amigas le robaron la cartera en el autobús con la tarjeta y 150 euros. Los chorizos estaban todo el rato al pille e incluso unas niñas rumanas de unos 12 años intentaron robarnos en el tren que iba al aeropuerto. Al final estábamos en un continuo estado de recelo con todo aquel que se nos acercaba y con el bolso bien agarrado como las viejillas.
- El exceso de turismo. Turistas por todos los lados, habia tantos que agobiaban He ido a sitios turísticos pero como Roma ninguno! En el Vaticano las colas eran de 2 horas para cada visita, lo mismo que en el Coliseo, y en la Fontana y las escaleras de la Plaza de España casi ni cabía la gente. No sé si volveré a Roma, pero si vuelvo no en vacaciones ni en puente.
- Los dependientes de las tiendas. En la guía de Roma leímos que tienen fama de bordes y es así. No se si será que en Roma las cosas se venden solas o que los empleados allí ganan muy poco sueldo, pero en los comercios la amabilidad brillaba por su ausencia lo mismo que las sonrisas.
- Los vendedores ambulantes. Agobiaban al turista. Que no se te ocurra mirar de reojo alguno de los bolsos de imitación que habia en todos los lados, o las chorraditas que vendían en la Fontana porque te perseguían!!! Y cuanto más te alejabas mas te bajaban el precio, y de lo que te pedían al principio a lo que se quedaba al final era 3 veces menos
- Los sablazos al turista en algunos establecimientos. Lo mas caro, los alrededores de la Plaza de España, donde el café rondaba entre los 4.80 y los 6 euros y la cerveza pequeña los 6. Pero en otros sitios menos turísticos rondaba entre los 2 y 3 euros que ya esta bien. En el único sitio donde pagamos un precio como aquí fue en la cafetería de la estación de Termini
- Las diferencias sociales. Después de ver las tiendas de lujo, los cochazos y las personas que los conducían por la Plaza de España, te encuentras con la otra cara de la moneda, la cantidad de vagabundos que habia en los alrededores de la estación de Termini por la noche, y los mendigos lisiados (algunos te revolvían el estomago) que abundaban por las zonas turísticas sobre todo por el Vaticano.
Esta vez a tocado Roma, y como el año anterior (esta vez aun más porque Naia se entera mas) iba con una mezcla de ilusión y angustia por dejar a Naia 3 días abandonada. Me he gastado una pasta en móvil porque la he echado mucho de menos (mas que el año pasado) y la llamaba a cada rato, pero el viaje ha merecido la pena. Y en el aeropuerto me recibió con los brazos abiertos, sin duda lo mejor del viaje (yo era la única que tenia ganas de volver). Esta vez tardare mas de un año en repetir escapada, de eso estoy segura.
Roma es una ciudad impresionante y única, a la que hay que ir al menos una vez en la vida. Pero no todo es tan bueno como parece. Aquí os dejo mi visión personal de lo mejor y lo peor de la ciudad
LO MEJOR
- Belleza en cada esquina. Pasaras por donde pasaras siempre había un edificio, una plaza, una estatua o una iglesia digna de verse. Roma es una ciudad llena de arte y belleza
- La fontana de Trevi, lo que más me gustó. Impresionante su belleza, puedes estar mirándola todo el tiempo del mundo sin aburrirte. Allí echamos la monedita de rigor, sabéis que no vale tirarla de cualquier forma y que hay una forma de hacerlo para que tu deseo se cumpla?
- Las tiendas. Italia es la cuna de la moda, y se ve en sus calles llenas de tiendas de ropa y calzado. Imprescindible ver la Via Condotti junto a la plaza de España y sus alrededores, digo ver porque comprar es imposible para la mayoría ya que en ella están las mejores firmas internacionales. Vestido del escaparate de Dior 10.600 euros, casi nada!
- El hotel. Nos alojamos en el Ariston en la zona de la estación de Termini. No esta en el centro centro pero su ubicación es excelente, porque estábamos al lado de las dos líneas de metro, los autobuses de línea, autobuses turísticos, taxis y el tren del aeropuerto. El personal del hotel muy amable y el desayuno variado y abundante.
- La comida italiana. Habrá gente que le parezca repetitiva, pero sus pastas frescas son exquisitas, sin olvidarnos de las pizzas y los helados italianos que para los que son golosos como yo, son una delicia.
Y LO PEOR...
- Los robos. A una de las amigas le robaron la cartera en el autobús con la tarjeta y 150 euros. Los chorizos estaban todo el rato al pille e incluso unas niñas rumanas de unos 12 años intentaron robarnos en el tren que iba al aeropuerto. Al final estábamos en un continuo estado de recelo con todo aquel que se nos acercaba y con el bolso bien agarrado como las viejillas.
- El exceso de turismo. Turistas por todos los lados, habia tantos que agobiaban He ido a sitios turísticos pero como Roma ninguno! En el Vaticano las colas eran de 2 horas para cada visita, lo mismo que en el Coliseo, y en la Fontana y las escaleras de la Plaza de España casi ni cabía la gente. No sé si volveré a Roma, pero si vuelvo no en vacaciones ni en puente.
- Los dependientes de las tiendas. En la guía de Roma leímos que tienen fama de bordes y es así. No se si será que en Roma las cosas se venden solas o que los empleados allí ganan muy poco sueldo, pero en los comercios la amabilidad brillaba por su ausencia lo mismo que las sonrisas.
- Los vendedores ambulantes. Agobiaban al turista. Que no se te ocurra mirar de reojo alguno de los bolsos de imitación que habia en todos los lados, o las chorraditas que vendían en la Fontana porque te perseguían!!! Y cuanto más te alejabas mas te bajaban el precio, y de lo que te pedían al principio a lo que se quedaba al final era 3 veces menos
- Los sablazos al turista en algunos establecimientos. Lo mas caro, los alrededores de la Plaza de España, donde el café rondaba entre los 4.80 y los 6 euros y la cerveza pequeña los 6. Pero en otros sitios menos turísticos rondaba entre los 2 y 3 euros que ya esta bien. En el único sitio donde pagamos un precio como aquí fue en la cafetería de la estación de Termini
- Las diferencias sociales. Después de ver las tiendas de lujo, los cochazos y las personas que los conducían por la Plaza de España, te encuentras con la otra cara de la moneda, la cantidad de vagabundos que habia en los alrededores de la estación de Termini por la noche, y los mendigos lisiados (algunos te revolvían el estomago) que abundaban por las zonas turísticas sobre todo por el Vaticano.
En general Roma me ha gustado, aunque me la esperaba menos agobiante. Me gustaría repetir dentro de unos cuantos años, pero la próxima vez llevarme a Naia y que pueda apreciar todo el arte que tiene y que algún día estudiará.
1 comentario:
Nosotros estuvimos en Milán en semana santa, también nos encantó y tuvimos suerte con lo de los robos, los dependientes eran majos... claro que Milán es una ciudad menos turística que Roma.
Nos quedamos con ganas de ver más cosas de Italia.
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