Y al fin, el parto...

Es la pregunta del millón, Y ¿duele mucho? Seguro que es lo que se están preguntando todas las muchísimas embarazadas primerizas que hay en el barrio.

A mí fue lo que más me preguntaron en el 2005, y aun ahora me siguen preguntando todas las amigas, compañeras, familiares, que aun no tienen la suerte de ser mamas. En los cursos de preparación parto que daba la matrona también era lo mas comentado. Yo la verdad que estaba bastante tranquila. Si son tantas las mujeres que tienen hijos y repiten no será para tanto ¿no? Aunque claro no las tenia todas conmigo. Además todas las películas y series que se suelen ver en la tele no son para nada tranquilizadoras. Gritos impresionantes, insultos al marido, y hasta partos en el ascensor sin asistencia medica, jeje..La verdad es que la realidad, se aleja mucho de la ficción.

Yo di a luz en el Hospital de Basurto, y no tengo ninguna queja, todo lo contrario. Me sentí súper atendida y todo el personal sanitario me trato con mucha amabilidad cosa que se agradece en estas circunstancias y que tanto se echa de menos habitualmente en la sanidad.

Mi parto fue larguísimo (18 horas). El fin de semana habíamos estado en Medina y yo me encontraba fenomenal, pero algo me decía que era mejor volver a Bilbao y no quedarme allí hasta el lunes a la mañana. Y menos mal, porque esa madrugada a la 1.30 de la mañana rompí aguas. Me duche y fuimos a Basurto. Allí me ya me dijeron que aun no había dilatado nada y que tendría parto para rato, como así fue.. Eso sí, yo no sentí NI UN DOLOR. En cuanto me empezaron las contracciones por la mañana le dije a la matrona que me encontraba fatal (Mi compañera de la sala de dilatación me había aconsejado exagerar) y mi pusieron la epidural.

Así que a partir de ahí todo siguió sobre ruedas. Naia nació a las 7.30 de la tarde y como os imaginaréis fue el instante más intenso de mi vida. Sencillamente indescriptible. A parte de la felicidad que sientes al ver al fin a tu hija, la tranquilidad con la que te quedas al ver que todo ha salido bien. Yo no podía casi articular palabra, pero al final mire a mi niña y dije a mi marido. “Cariño, mira, la niña tiene tus orejas”. Es lo único que pude decir en aquel mágico momento.

Y antes de despedirme una ultima observación. No sé si estaréis informadas que la epidural que ponen en Basurto, no es la misma que la que ponen en Cruces o en cualquier otro hospital (al menos el año pasado era así, aunque igual este ya han cambiado). Es una nueva que se llama WALKING y doy fe que es una maravilla. De verdad creedme que tienes el parto casi sin enterarte. Así que cuando me preguntan siempre contesto...”el parto... una tontería” eso sí, el postparto ya es otra cosa. Pero eso lo dejamos para otro día.



Un abrazo para todas las futuras amatxus

Amatxu de Miribilla