Ya llevamos desde el lunes en periodo de adaptación y el resultado no ha podido ser mas positivo. No solo no ha llorado sino que va súper contenta, cosa que me hace sentir demás de orgullosa de ella, muy tranquila porque se ve cada panorama en la clase para echar a temblar.
El primer día Naia ya sabia que íbamos al colegio y estaba muy entusiasmada y con unas ganas enormes de llegar. Mientas estábamos en casa, 10 minutos antes de salir, ella estaba tan ansiosa que me dijo literalmente “amatxu date prisa que no llegamos...”
En ese momento me recordó a mi misma en mi primer día de colegio, que tenía tantas ganas de entrar a mi clase que me escapaba de la mano de mi madre para colarme dentro, antes de que dijeran mi nombre... Y no solo el primer día, estaba tan a gusto que fui la única que no le dijo a su madre que la profesora nos pegaba, por miedo a que no me dejara volver mas! Sin irnos a un caso tan extremo me hace muy feliz ver a Naia contenta en el colegio, donde pasara al menos sus próximos 16 años de vida, los más importantes para su desarrollo personal.
El truco para este éxito rotundo es muy sencillo y lo recomiendo. Durante todo el verano (y desde antes) llevo haciendo una especie de lavado de cerebro a Naia, hablándole mucho del tema (a diario) de forma positiva, y diciéndole que ya es chica mayor y no va a volver a la guarde (“a la guarde nunca mas”) sino al cole y lo bien que se lo va a pasar allí con todos los nenes, algunos de los cuales conoce el parque o del portal. Siempre que pasamos por el cole se lo enseño para que ella se vaya familiarizando (hace tiempo que lo conoce, y ahora es ella la que me lo enseña a mi orgullosa). Además estas ultimas semanas hemos ido haciendo la mochila juntas, enseñándole y explicándole cada cosa que iba dentro.
Y ahora que lo pienso eso es lo que hizo mi madre conmigo, hablarme tanto del colegio que me moría de ganas por ir, y fui siempre muy contenta. Naia de momento lleva mi mismo camino. Toco madera para que no cambie!!!
El primer día Naia ya sabia que íbamos al colegio y estaba muy entusiasmada y con unas ganas enormes de llegar. Mientas estábamos en casa, 10 minutos antes de salir, ella estaba tan ansiosa que me dijo literalmente “amatxu date prisa que no llegamos...”
En ese momento me recordó a mi misma en mi primer día de colegio, que tenía tantas ganas de entrar a mi clase que me escapaba de la mano de mi madre para colarme dentro, antes de que dijeran mi nombre... Y no solo el primer día, estaba tan a gusto que fui la única que no le dijo a su madre que la profesora nos pegaba, por miedo a que no me dejara volver mas! Sin irnos a un caso tan extremo me hace muy feliz ver a Naia contenta en el colegio, donde pasara al menos sus próximos 16 años de vida, los más importantes para su desarrollo personal.
El truco para este éxito rotundo es muy sencillo y lo recomiendo. Durante todo el verano (y desde antes) llevo haciendo una especie de lavado de cerebro a Naia, hablándole mucho del tema (a diario) de forma positiva, y diciéndole que ya es chica mayor y no va a volver a la guarde (“a la guarde nunca mas”) sino al cole y lo bien que se lo va a pasar allí con todos los nenes, algunos de los cuales conoce el parque o del portal. Siempre que pasamos por el cole se lo enseño para que ella se vaya familiarizando (hace tiempo que lo conoce, y ahora es ella la que me lo enseña a mi orgullosa). Además estas ultimas semanas hemos ido haciendo la mochila juntas, enseñándole y explicándole cada cosa que iba dentro.
Y ahora que lo pienso eso es lo que hizo mi madre conmigo, hablarme tanto del colegio que me moría de ganas por ir, y fui siempre muy contenta. Naia de momento lleva mi mismo camino. Toco madera para que no cambie!!!
1 comentario:
Seguro que estará super contenta todo el año. Yo guardo los mejores recuerdos del colegio, la mayoría de mis amigos, después de 30 años, siguen siendo los del cole.
Besines, María
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